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Administración digital, un cambio de Estado

Administración digital, un cambio de Estado

Ineco colabora desde 2023 en la ejecución del Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas españolas, así como en el desarrollo de un espacio nacional común (data lake) de datos sanitarios.

25 Noviembre, 2024

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España en la dataesfera

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CONECTADO SCHWEPPES MADRID
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Foto: Elvira Gómez Vila

Cada día más de 5.000 millones de personas, por encima del 60% de la población mundial, acceden a Internet creando, intercambiando y consumiendo enormes cantidades de datos. Según fuentes oficiales, 42,5 millones son españoles de entre 16 y 74 años, de los que ocho de cada diez ha contactado o interactuado digitalmente con las administraciones públicas en los últimos 12 meses. 

La incorporación de las actividades humanas a este entorno digital, que desde los años 80 del siglo pasado empezó a conocerse como “dataesfera” o “esfera digital”, va mucho más allá de un mero cambio tecnológico. Es el medio que soporta y alimenta la vida digital: la comunicación interpersonal y masiva, el ocio, el trabajo, el conocimiento de todo tipo, las actividades productivas y el comercio y la prestación de servicios, tanto en el sector privado como en el público.

Dataesfera: conjunto de toda la información existente en los espacios digitales(…) un ecosistema digital completo, altamente interconectado y complejo (…) que nosotros habitamos y que afecta a la forma en la que vivimos nuestras vidas”. Diccionario de Conceptos y Términos de la Administración Electrónica, Gobierno de España, 2023

De ahí que se hable de la digitalización como de la “Cuarta Revolución Industrial” -así la denominó el Foro Económico mundial en 2016-, un proceso que se ha acelerado con la pandemia. La Unión Europea ha marcado una serie de pautas y objetivos a conseguir hasta 2030 para lograr la plena digitalización de los países miembros, en un plan llamado “Década Digital”. 

En esta línea, el gobierno de España lanza en 2020 una ambiciosa Agenda Digital, con un horizonte a cinco años, para lo que cuenta con Ineco, que participa desde hace años en la digitalización de la justicia, el empleo o la sanidad.

Un mundo de datos

Imagen: Archivo Ineco

El término “dataesfera” se desarrolló por analogía con la estructura física de la Tierra, formada por la litosfera o superficie terrestre, la hidrosfera (masas de agua) y la atmósfera (aire).

Los datos son las moléculas que constituyen este ecosistema digital, un volumen inmenso de información que no deja de aumentar a un ritmo vertiginoso. Según Telefónica, durante los últimos 10 años, el tráfico de datos en todo el mundo se ha multiplicado por 27, y las estimaciones más recientes apuntan a que en 2025 superará en todo el planeta los 180 zettabytes de información, una cifra astronómica que equivale a 180 veces toda la información generada en el mundo en el año 2011.

 

 

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Planes de futuro

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BANDERAS DIGITAL
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Foto: Ineco/ Elvira Gómez Vila

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) dedica casi un tercio de sus recursos, procedentes del Mecanismo de Recuperación Next Generation EU, a impulsar la transformación digital de la economía y la Administración pública del país.

Para ello se han puesto en marcha ocho grandes programas de actuación a nivel nacional, con medidas concretas para implementar la Agenda Digital 2026, centrados en aspectos clave: infraestructuras digitales, 5G, competencias digitales, ciberseguridad, digitalización de pequeñas y medianas empresas, España Hub Audiovisual de Europa, Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial y Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021-2025, lanzado en 2021, también con el apoyo de Ineco. 

Ineco, que lleva casi una década participando en grandes proyectos de digitalización en ámbitos como la justicia, el empleo o la sanidad, recibió a finales de 2023 un nuevo encargo para realizar diferentes trabajos relacionados con el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas, junto con otro gran proyecto: el apoyo a la creación de un espacio nacional de datos de salud o data lake sanitario

A finales de 2023 la compañía recibió un nuevo encargo para ejecutar diferentes trabajos relacionados con el Plan, junto con otro gran proyecto: la creación de un espacio nacional de datos de salud o data lake (lago de datos) sanitario, en colaboración con la SGAD, la Dirección General del Dato y el Ministerio de Sanidad. El Plan de Digitalización recoge 17 medidas con el objetivo de “mejorar la eficiencia de las Administraciones Públicas en su conjunto, garantizando la sostenibilidad de las inversiones mediante el refuerzo y reutilización de medios y servicios compartidos”. El órgano encargado de proporcionar estos servicios comunes a todos los niveles de la administración ( local, regional y nacional) es la SGAD, la Secretaría General de Administración Digital, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, para la que Ineco lleva trabajando casi una década.

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agenda digital 2026
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Imagen: Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública

Entre estos servicios compartidos figuran sistemas de identificación digital (Cl@ve, @Firma), plataformas como ACCEDA (acceso de los ciudadanos a los expedientes de la administración) y GEISER (registro electrónico); aplicaciones y redes de alta seguridad; servicios de información 060, Cita Previa o Carpeta Ciudadana

Además, la compañía también presta a la SGAD apoyo técnico en el ámbito de las telecomunicaciones (redes, datos, voz, movilidad, seguridad, etc…) y opera una oficina de proyectos que se encarga de desplegar y revisar el funcionamiento de las soluciones técnicas.

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Ante la segunda Transición

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EXPO CONSTIT 1978 2018 40 ANOS TEC
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Ejemplar original de la Constitución española exhibido en la exposición conmemorativa organizada con motivo de los 40 años de la carta Magna. Foto: Museo Nacional de Ciencias y Tecnología de A Coruña

Entre 1975 y 1981 tuvo lugar en España la llegada de la democracia, fruto de una etapa conocida como “la Transición”. Uno de los hitos clave fue la redacción consensuada entre todos los grupos políticos de la actual Constitución, aprobada por en 1978. Fue una de las primeras del mundo en hacer referencia a lo que entonces aún era una realidad incipiente, la informática: “La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos” (artículo 18, apartado 4).

Más de cuatro décadas después, los avances tecnológicos han llevado el desafío de la protección del derecho a la privacidad y a la confidencialidad de los ciudadanos a un nuevo nivel. La ciberseguridad – que el Esquema Nacional de Seguridad describe como “la capacidad de las redes y sistemas de información de resistir(…) , toda acción que comprometa la disponibilidad, autenticidad, integridad o confidencialidad de los datos (…) o los servicios ofrecidos (…) o accesibles a través de ellos”, constituye uno de los grandes retos de la era digital, en el que confluyen aspectos éticos, legales y tecnológicos.

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URBAN SCREEN
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Photo: Elvira Gómez Vila

Precisamente, uno de los trabajos destacados de Ineco para la SGAD es el apoyo en el despliegue del Centro de Operaciones de Ciberseguridad de la Administración General del Estado y sus organismos públicos, el proceso de certificación de la conformidad frente al Esquema Nacional de Seguridad (ENS), así como el desarrollo de la política y evaluación técnica de seguridad de los servicios prestados por la SGAD. 

En este ámbito, se puede decir que el tamaño no importa: las pequeñas poblaciones y entidades locales también son susceptibles de sufrir ciberataques. 

Por ello Ineco también presta apoyo técnico a ayuntamientos de menos de 50.000 habitantes, mediante la implantación de servicios y un Centro de Operaciones de ciberseguridad único y centralizado, para gobernar, coordinar y operar los servicios implantados.

La transformación digital del sector público, junto con la de las empresas, dibujan un panorama que, por la enorme trascendencia de los cambios que conlleva, se puede considerar la “segunda Transición” de la historia reciente del país.

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PUEBLO SICILIA
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Foto: Elvira Gómez Vila

Estas defensas informáticas son el equivalente moderno de las antiguas murallas que rodeaban numerosas localidades, tanto grandes como pequeñas. Hoy, otra amenaza de naturaleza muy diferente se cierne sobre muchas de estas últimas: la despoblación, consecuencia de la creciente concentración de habitantes en las zonas urbanas. 

Es una de las causas de las “brechas digitales”, es decir, las deficiencias o carencias en el acceso a la esfera digital de individuos o colectivos, debido a factores geográficos, socioeconómicos, etc. Reducirlas es otro de los grandes retos contemporáneos. 

En este sentido, la Carta Magna española consagra la igualdad de los ciudadanos ante la ley, y asume además el compromiso de ”facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social” ( artículo 9, apartado 2).

Dentro de uno de los encargos de la SGAD, se sitúan en esta línea trabajos de Ineco orientados a facilitar a los usuarios el acceso a los servicios públicos.  

Entre ellos, la “App Factory” para el desarrollo de aplicaciones que hagan posible que a finales de 2025 la mitad de los servicios públicos estén disponibles en el móvil; la racionalización de portales web para mejorar la experiencia de usuario de la ciudadanía, la “Administración en un click” que moderniza las notificaciones y los sistemas de registro, facturación electrónica y gestión documental; o el despliegue de la infraestructura para el servicio multicanal de atención al ciudadano 060

En lo que se refiere al funcionamiento interno de la administración, Ineco trabaja en soluciones para digitalizar los expedientes de contratación, la gestión e intercambio transparente del dato, con el objetivo de dotar a toda la Administración de capacidades relacionadas con la explotación de la información empleando técnicas de analítica avanzada (deep learning y machine learning); la adopción de tecnologías en la nube o el desarrollo del “puesto de trabajo inteligente” de los empleados públicos. 

En total se están desarrollando once líneas de trabajo relacionadas con las 17 medidas recogidas en el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas. Nueve de estas medidas son de carácter transversal, seis para “la transformación de los sectores de mayor impacto” (sanidad, justicia, empleo, inclusión, Seguridad Social y migraciones y servicio consular); y dos están orientadas a la modernización de los servicios centrales de la Administración General del Estado y el apoyo a la transformación de las administraciones territoriales. 

La transformación digital del sector público, junto con la de las empresas, dibujan un panorama que, por la enorme trascendencia de los cambios que conlleva, se puede considerar la “segunda Transición” de la historia reciente del país.

El digitalizador digitalizado

Foto: Elvira Gómez Vila

A finales del siglo XIX, como respuesta a los cambios sociales y económicos de la primera Revolución Industrial, surge el concepto de “Estado social”. Es decir, aquel en que el Estado pasa de desempeñar un papel pasivo como titular y gestor de bienes públicos, a intervenir activamente como agente de cambio social. Para ello empieza a proporcionar servicios como educación básica, atención sanitaria y prestaciones por enfermedad, jubilación, desempleo, etc. financiados vía impuestos.

En paralelo, también evoluciona la relación entre el Estado y el ciudadano, pasando del binomio “administrador-administrado” tradicional a la más reciente consideración del usuario de servicios públicos como “cliente” de la Administración. En consecuencia, ésta asume el compromiso de mejorar la calidad de los servicios públicos que presta. En este contexto, el proceso de digitalización en marcha no se limita a un mero cambio tecnológico, sino que va mucho más allá, y se aborda como una oportunidad histórica de modernización y mejora

Así, la Administración española, al igual que sus homólogas europeas, ha asumido un doble papel como receptora a la vez que impulsora de este cambio. En otras palabras, lo promueve en la sociedad y en la economía al tiempo que se moderniza y digitaliza ella misma.

 

 

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El lago en la nube

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LAGO CON GENTE Y PATOS DUBLIN
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Foto: Elvira Gómez Vila

En palabras del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, “La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada”. La pandemia mundial de COVID 19 puso de relieve esta realidad, subrayando también “de manera dramática”, como recoge la Estrategia Digital de Salud española, “la importancia de disponer de información precisa, completa y fiable, de manera prácticamente inmediata, para adoptar decisiones”. 

De ahí que uno de los tres pilares de la Estrategia sea el impulso a la analítica de datos sanitarios, para lo que plantea, entre otras actuaciones, la creación de un “Espacio Nacional de Datos de Salud” que se destinará a “la vigilancia en salud pública, a la práctica clínica, a la evaluación de servicios y a la investigación”. 

Las tecnologías digitales avanzadas como el análisis masivo de datos (“big data”), la Inteligencia Artificial o el Internet de las cosas (IoT), tienen el potencial de transformar el sistema sanitario . Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud, Ministerio de Sanidad, España, 2021 

El proyecto se lanzó en 2023 y los organismos responsables son la Secretaría General de Administración Digital (SGAD) a la que presta apoyo Ineco, la Dirección General del Dato y la Secretaría de Estado de Digitalización de Inteligencia Artificial (SEDIA), en colaboración con el Ministerio de Sanidad. Consistirá en una plataforma de datos en la nube, tipo data lake ( lago de datos) en la que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas– además de otros actores del Sistema Nacional de Salud como los centros sanitarios y de investigación, agencias sanitarias oficiales, sociedades científicas, profesionales, etc.- puedan compartir y consultar información, y en un futuro , ser interoperable con el Espacio de Datos Europeo. 

Un data lake o lago de datos es un sistema de almacenamiento seguro y masivo en la nube, de datos “en bruto”, sin procesar, en cualquier formato , y de todo tipo, tanto estructurados ( bases de datos), como no estructurados (emails, PDFs, documentos de texto), binarios (imágenes, vídeos, audio) o semiestructurados ( archivos CSV, XML, etc.). Esto presenta ventajas respecto a los almacenes de datos, como menores costes, ya que los datos se guardan sin tratamiento previo, y mayor flexibilidad, ya que son útiles para muchas finalidades diferentes. Además, son especialmente adecuados para el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. 

En 2010, el ejecutivo y fundador de la empresa Pentaho Peter Dixon explicaba el concepto comparando un “almacén de datos” (data mart) con el agua embotellada , depurada, envasada y lista para consumir, mientras que el lago de datos (data lake) sería “una gran masa de agua en su estado natural”, con la que los usuarios pueden interactuar de diferentes formas: “examinarla, sumergirse en ella o tomar muestras”. 

En el caso del data lake sanitario español, se han identificado tres ámbitos generales donde se englobarán los casos de uso: analíticas de datos para políticas de salud pública; vigilancia de la seguridad de medicamentos y profundización en el conocimiento de enfermedades. En 2023 se inició el desarrollo de dos casos de uso tipo que servirán para probar el sistema ; uno, sobre utilización de antibióticos en el Sistema Nacional de Salud, y otro, sobre predicción de descompensaciones en enfermedades crónicas (EPOC e IC). 

El Espacio Nacional de Datos de Salud plantea un gobierno de datos centralizado, con estándares, normas, roles y herramientas comunes, al que pueden acceder las comunidades autónomas, que cuentan con sus propios sistemas, y garantizando en todo momento la conectividad, calidad y seguridad. 

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Digital
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Imagen: Elaboración propia

La arquitectura se estructura en dos tipos de nodos: autonómicos y central. En los primeros, se encuentra un catálogo de datos anonimizados, centralizado y virtual de cada CCAA, mientras que el nodo central da acceso a los autonómicos; además de permitir análisis y o consultas cruzados, con capacidad avanzada de cómputo y almacenamiento . 

En un futuro, y de forma no exclusiva, también podría ser el nodo de acceso al Espacio Europeo de Datos de Salud. 

En cuanto al acceso a los datos, es directo en el caso de las comunidades autónomas en sus propios espacios de salud. Para estudios que requieran datos de varias comunidades, organismos nacionales o de la Unión Europea (con aprobación previa del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ), el acceso se hará a través del nodo central.