17 Objetivos de Desarrollo Sostenible
La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades. Para alcanzar estas metas, todos tenemos que contribuir: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos. Ineco trabaja, cada día, en el desarrollo de infraestructuras del transporte que mejoran la calidad de vida de las personas, fomentando una movilidad sostenible e inclusiva. Una actividad que impacta de forma directa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible número 9 (Industria, Innovación e Infraestructuras) y 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).
Además, como empresa pública y en el marco de su Responsabilidad Corporativa, se suma de manera activa a esta iniciativa comprometiéndose con la Agenda 2030 a través de la sensibilización a sus empleados, la difusión a sus públicos de interés y el alineamiento estratégico con los 17 objetivos.
La pobreza es mucho más que una falta de recursos. Implica malnutrición, falta de acceso a la educación y a otros servicios básicos, discriminación, exclusión, desigualdad... ¡miles de aspectos! En el mundo podemos encontrar algunos datos escalofriantes, que queremos hacer desaparecer lo antes posible.
Nuestro objetivo es que todos crezcamos económicamente de una forma inclusiva, creando empleos sostenibles y que promuevan la igualdad.
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En la actualidad, 795 millones de personas pasan hambre en el mundo. Estos datos abrumadores, podrían mejorar si cambiásemos pequeñas acciones en nuestro día a día: con ayuda de las instituciones, se podría suministrar comida y generar ingresos para todos a través de la agricultura, la silvicultura y las piscifactorías. Es hora de replantearnos cómo producimos, cómo vendemos y cómo consumimos nuestra comida. Porque este sector, junto al agrícola, son esenciales para nuestro desarrollo y para la eliminación del hambre.
Queremos provocar un cambio radical en el sistema de cultivo y producción del alimento, poner fin a todas las formas de malnutrición y asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción.
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Existen enormes diferencias entre los países desarrollados y las zonas en desarrollo en cuestiones de salud y acceso a la sanidad, como por ejemplo en las cifras de mortalidad de mujeres tras el parto, las de recién nacidos o las de niños menores de 5 años. A día de hoy, se han logrado grandes avances en cuanto al acceso al agua limpia y al saneamiento, o a la reducción de enfermedades y epidemias, pero queda mucho por hacer.
Nuestro objetivo es garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas las personas de todas las edades sin importar dónde se encuentren en el mundo.
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La educación de calidad es la base para mejorar la vida de las personas, otorgando las herramientas necesarias para encontrar un trabajo digno e impedir que abusos. En la actualidad, 57 millones de niños continúan sin ir a la escuela. Los peores datos se concentran en las zonas de conflicto. En todo el mundo, el número total de jóvenes que carecen del nivel mínimo de alfabetización alcanza los 103 millones - 60% de los cuales son mujeres.
El objetivo es conseguir que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, la cual debe ser gratuita, equitativa y de calidad.
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Lograr la igualdad entre géneros no es sólo un derecho fundamental, sino la base para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Las comunidades mundiales se verían beneficiadas en todos los aspectos, tanto económica como socialmente. Se han conseguido grandes avances, pero debemos seguir trabajando para alcanzar algo tan básico como que un hombre y una mujer sean iguales ante la sociedad.
Queremos alcanzar la participación plena de las mujeres, la igualdad de oportunidades de liderazgo y promover el empoderamiento de la mujer. Queremos eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas, incluidas la trata y la explotación.
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El agua libre de impurezas y accesible para todos es esencial para el mundo en el que queremos vivir. Sin embargo, causas como la sequía, la contaminación y la eliminación de vertidos consiguen que todavía el 40% de la población mundial sufra escasez de agua. El 80% de las aguas residuales, fruto de la actividad humana, se vierten en ríos y mares sin eliminar sus componentes contaminantes.
Queremos evitar las previsiones que vaticinan que en 2050 1 de cada 4 personas vivirá en un país afectado por escasez crónica de agua dulce. Queremos garantizar la disponibilidad de agua y su gestión segura, sostenible y moderna para todos.
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El agua libre de impurezas y accesible para todos es esencial para el mundo en el que queremos vivir. Sin embargo, causas como la sequía, la contaminación y la eliminación de vertidos consiguen que todavía el 40% de la población mundial sufra escasez de agua. El 80% de las aguas residuales, fruto de la actividad humana, se vierten en ríos y mares sin eliminar sus componentes contaminantes.
Queremos evitar las previsiones que vaticinan que en 2050 1 de cada 4 personas vivirá en un país afectado por escasez crónica de agua dulce. Queremos garantizar la disponibilidad de agua y su gestión segura, sostenible y moderna para todos.
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Desde 2012, el desempleo mundial aumentó hasta casi 202 millones de personas. Tener un empleo no siempre implica que sea estable y bien remunerado para salir del umbral de la pobreza y vivir con dignidad. Incluso hoy en día continúan llevándose a cabo prácticas terribles como la esclavitud y el trabajo infantil.
Respaldando las políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas y la creación de empleo decente, estimularemos la economía y todos obtendremos beneficios. Debemos crear 470 millones de empleos a nivel mundial para todas aquellas personas que se incorporarán al mercado laboral en la próxima década.
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Las inversiones en infraestructura son fundamentales para lograr el desarrollo sostenible y para impulsar a las comunidades en todos los países. Esto incluye, entre otros: los transportes, el riego, la energía y la tecnología de la información y comunicaciones. La inversión en infraestructura debe estar entre nuestras prioridades para garantizar el desarrollo económico y el bienestar humano.
Es esencial que el acceso a la tecnología de la información sea algo universal. Queremos aumentar de manera significativa la contribución de la industria al empleo y al producto interno bruto, duplicando esa contribución en los países menos adelantados.
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Respaldando las políticas orientadas al desarrollo y a la igualdad, estimularemos la economía y reduciremos la brecha social entre los ciudadanos. De esta manera, así como con una contribución activa en la mejora de oportunidades, sanidad, educación y otros factores, conseguiremos un mundo más justo, pacífico y sostenible.
Queremos promover el crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, sin importar el género, edad, lugar de procedencia, etc., de las personas.
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Crear y mantener ciudades que creen prosperidad y empleos de manera sostenible es tan importante como asegurar la vida de los 3.500 millones de personas que viven en ciudades. En muchas de ellas, las personas se distribuyen en barrios marginales o privilegiados en los que difieren en gran medida factores como la seguridad o el acceso a servicios o alimentos de calidad.
El objetivo es que todas las personas puedan disfrutar de una vivienda y de unos servicios básicos adecuados. Es necesario apoyar a los países menos adelantados, asistiéndoles financiera y técnicamente para que puedan construir edificios sostenibles.
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Son muchos los problemas que existen para mantener comunidades estables sin ejercer, además, presión sobre la tierra y los recursos. Con el patrón de producción y consumo actual, si la población mundial alcanza los 9.600 millones de personas en 2050, será necesario el equivalente a casi tres planetas para mantener nuestro estilo de vida. Y solo tenemos uno.
Es primordial que trabajemos en pos de garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, para asegurar la sostenibilidad del planeta y los recursos y el acceso a los mismos de todas las personas por igual.
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A día de hoy, el cambio climático tiene un impacto muy pernicioso en la economía y en la vida de las personas, de las comunidades y de los países. Cada día podemos ver cómo aumenta el nivel del mar, la temperatura de la tierra y cómo los fenómenos meteorológicos se extreman. No sólo afectará a nuestros hijos directamente, sino que serán las personas más pobres y vulnerables las más perjudicadas, creando de este modo problemas de tipo migratorio a nivel mundial.
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Los océanos del mundo mueven sistemas mundiales que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad, representando el 99% del espacio vital de nuestro planeta. Toda el agua que conocemos y consumimos proviene en última instancia del mar. A pesar de la enorme cantidad de especies en sus ecosistemas y de la importante fuente de recursos económicos y alimentarios que representan, el 40% de todos los océanos del mundo se ven gravemente afectados por la actividad humana.
Es importante conservar y utilizar de forma responsable los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible de planeta.
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El 30% del planeta está cubierto por bosques que proporcionan seguridad alimentaria, oxígeno y refugio y son fundamentales para combatir el cambio climático. Protegen la diversidad biológica y emplazan viviendas de la población indígena en muchos lugares del mundo. Cada año desaparecen 13 millones de hectáreas de bosques. La deforestación y la desertificación han afectado a las vidas de millones de personas y suponen un gran reto para el desarrollo sostenible.
Queremos gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
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La corrupción, el soborno, el robo y el fraude fiscal, entre otros, son factores que conllevan violencia e injusticia y cuestan alrededor de 1.260 millones de dólares al año a los países en vías de desarrollo. La tasa de niños que abandonan la escuela primaria en países afectados por conflictos alcanzó el 50% del total. La promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles debe ser una de nuestras prioridades.
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Debemos actuar con objetivos comunes que den prioridad a las personas y al planeta, trabajando de forma alineada, uniendo fuerzas y energía. Creando alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, ya que solo así velaremos por todos nuestros intereses.
Queremos mejorar la cooperación regional e internacional para garantizar el desarrollo sostenible y el comercio multilateral equitativo y para aumentar la estabilidad macroeconómica.
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