Europa se teje con una red de rutas supranacionales que conforman una compleja malla. Una serie de vías indispensables para el desarrollo y buen funcionamiento del mercado único, ya que garantizan la libre circulación de mercancías, personas y servicios.
Las Redes Transeuropeas (RTE) tienen la finalidad de conectar las regiones europeas mediante una infraestructura moderna y eficaz que vaya más allá de la simple yuxtaposición de las redes nacionales. El objetivo prioritario de la política europea de transportes es crear condiciones que garanticen la eficacia y la sostenibilidad de los transportes transeuropeos, además de adoptar una acción común para resolver los problemas cuya resolución resulte menos racional individualmente para cada estado miembro, región y ciudad.
Ineco ha participado activamente en diversos proyectos ligados a estas redes, destacando los trabajos realizados en torno a la interoperabilidad técnica y operativa. Además, la compañía desarrolló el plan de trabajo español para el estudio del Corredor Atlántico en 2014 y ha prestado apoyo al Ministerio de Fomento y a ADIF en la redacción de estudios y proyectos de adaptación al ancho internacional del Corredor Mediterráneo. Actualmente Ineco está participando en los estudios de actualización y ampliación de los planes de trabajo del Corredor Atlántico y del Corredor Mediterráneo, ambos desarrollados en el periodo 2015-2017.
Información técnica
Corredores más allá de la Unión Europea
La ampliación a los países de Europa central y oriental refuerza la importancia de las RTE al extender su cobertura a todo el continente europeo. Además, su conexión eficaz con las redes de terceros países situados más al este (Rusia y países de la CEI) y más al sur (países de la cuenca mediterránea) representa un factor de equilibrio y desarrollo económico, al establecerse conexiones entre los principales centros de la UE y los países no comunitarios.